Vivir unos días en el típico albergue de siempre es una experiencia significativa para aprender a vivir de una forma más respetuosa con el medio ambiente, así como para desarrollar conocimientos y destrezas en el medio natural que nos rodea. Disfrutaremos de los recursos que nos brinda la naturaleza con experimentos, juegos, reuniones, talleres, animación, deportes, veladas nocturnas, granja de animales, baño controlado en piscinas,
hacer el mejor pan, ordeñar a la vaca Blaia, hacerse una cesta de mimbre, etc.